La franquicia Santagloria y Adopta un Abuelo lanzan la campaña “Vuelta al Origen” para combatir la soledad no deseada
- La cadena de coffee & bakery destinará 1€ por cada caja Caja Dip vendida a los programas de acompañamiento de la Fundación.
- Se celebrarán también desayunos intergeneracionales y se organizarán encuentros “Un café con…” en los establecimientos de la marca para dar voz a las personas mayores.
La franquicia Santagloria Coffee & Bakery, la marca de Coffee & Bakery del grupo de restauración multimarca FoodBox, y la Fundación Adopta un Abuelo han puesto en marcha la campaña “Vuelta al Origen”, una iniciativa que busca luchar contra la soledad no deseada y rendir homenaje a las personas mayores, referentes en la transmisión de valores, cariño y tradición a lo largo de generaciones.
En el marco de esta colaboración, Santagloria donará 1€ por cada caja Caja Dip de 28 unidades vendidas, durante el primer mes de lanzamiento. Esta aportación contribuirá a los programas de acompañamiento y conexión intergeneracional que la fundación desarrolla en toda España.
La campaña coincide con la renovación del packaging de la marca, que incorpora un diseño más reconocible, y con la presentación de la “Caja Dip”, una propuesta innovadora que introduce el concepto del dipeo en el mundo del coffee & bakery, reinventando la forma de disfrutar las Glorias y Santas con salsas y toppings personalizables.
“Vuelta al Origen”, una respuesta a la soledad de las personas mayores
La soledad no deseada entre las personas mayores es un problema creciente en España: más de dos millones de personas mayores viven solas, lo que supone alrededor del 43 % de los hogares unipersonales. Se estima que una de cada cinco personas sufre soledad de manera habitual y casi la mitad la ha experimentado en algún momento de su vida. Esta situación impacta directamente en la salud, aumentando el riesgo de depresión, deterioro cognitivo, ansiedad, enfermedades cardiovasculares e incluso pensamientos suicidas. Factores como la brecha digital —más de la mitad de los mayores de 75 años están excluidos del mundo digital— o el edadismo, que invisibiliza y subestima a los mayores, agravan esta realidad, que requiere de respuestas sociales y comunitarias.