90-60-90 reflexiona sobre la importancia dada a la depilación láser en verano
La tecnología láser ha supuesto un nuevo concepto de depilación que ha conquistado la voluntad de muchas mujeres y cada vez la de más hombres. A diferencia de los métodos tradicionales, la depilación láser supone la eliminación del vello no deseado de manera definitiva. La llegada del verano hace que se incremente la demanda de esta técnica para lucir perfectos en playas y piscinas, pero es aconsejable tener presente una serie de cuestiones para obtener los resultados deseados.
El tratamiento láser de depilación debe ser personalizado, atendiendo a las características de los ciclos de crecimiento del vello y de la anatomía de la piel de cada persona, ya que cada una exige un tipo. Además, requiere una serie de cuidados previos que es necesario tener en cuenta. Se desaconseja la utilización de aparatos de arranque de vello de raíz, como pinzas o depiladoras, en las sesiones previas puesto que extraen el folículo, foco de actuación del láser. Si fuera necesario depilarse entre sesiones, debe recurrirse a técnicas de rasurado o cremas depilatorias.
El grado de pigmentación de la piel es esencial, por lo que es aconsejable no tomar el sol o rayos UVA, cuatro semanas antes si el fototipo de piel es bajo y al menos dos meses si es más elevado. De esta forma resulta más eficaz, puesto que los ajustes para pieles bronceadas son menos eficientes con el vello más fino y que menos pigmentación presenta. Aunque la depilación láser se puede realizar durante todo el año, lo aconsejable es someterse a la última sesión justo antes del verano ya que es el momento en el que la piel presenta menor grado de pigmentación. Además, permite a la paciente estar depilada durante todo el verano y exponerse al sol con total tranquilidad transcurridos entre 4 y 7 días, momento en el que la piel ya no presenta hipersensibilidad.