Templo del Masaje ofrece un concepto de negocio exclusivo en franquicia que crece a pesar de la crisis

Según sus responsables, se trata de un modelo de negocio pensado y probado, y estiman la facturación media de un establecimiento de la marca en 200.000 euros durante el primer año, logrando el retorno de la inversión entre los 24 y los 36 primeros meses.

El sector de la belleza y estética en España ha tenido una evolución positiva en los últimos años. El volumen de negocio alcanzó el pasado año los 3.550 millones de euros para un total de más de 87.000 establecimientos, de los que el 15% son centros de estética. Estos mantuvieron una posición expansiva, con un crecimiento del 1,8% frente a la disminución global del sector. Por tanto, se puede decir que los centros de estética no se han visto afectados por la situación económica, aguantando como una posibilidad de futuro para los emprendedores.

Esta tendencia positiva corresponde con la trayectoria de Templo del Masaje, red de centros especializados en masajes terapéuticos y relajantes y tratamientos estéticos, que en la actualidad cuenta con dos establecimientos en Madrid, uno propio y otro franquiciado y que da servicio a más de 5.000 clientes. Según explica Marina Assir, una de las fundadoras, “empezamos en el año 2005, justo antes de entrar en la crisis, y en el 2009, que fue un año especialmente duro, abrimos nuestra primera franquicia con un éxito abrumador. Durante el primer semestre del 2012 hemos crecido en cuota de mercado un 12%. Esto se debe fundamentalmente a que aprovechamos las desventajas de la situación actual y las convertimos en aspectos positivos. Esto es, captamos los clientes venidos de otros centros, bien porque han cerrado, o bien por nuestras ventajas, como el amplio horario y facilidades de pago. Dada la elevada competitividad mantenemos una presencia constante en los medios de cara al público, al igual que aprovechamos las ventajas de las redes sociales”.

En palabras de esta emprendedora, el éxito del concepto de negocio reside en que sus franquiciados acceden a un modelo “pensado y probado, y además estamos siempre a su lado. Para nosotras lo más importante es nuestro compromiso y honestidad con nuestros clientes y asociados. Nuestro equipo está comprometido con el franquiciado, con un apoyo global en todas sus necesidades, desde la elección de local hasta los procesos de selección y formación de personal y la gestión de los centros. Una vez en marcha, además, continuamos asesorando en la toma de decisiones, medimos constantemente la calidad y actualizamos los sistemas de trabajo. Tenemos todos los procesos muy bien definidos para que el franquiciado se ocupe de cuidar a sus clientes”, explica Marina Assir.

Así para los próximos tres años las responsables de Templo del Masaje se han propuesto como objetivo inaugurar siete nuevos establecimientos de la mano de personas emprendedoras que tengan ilusión e interés por el sector. “Es por eso que en 2013 prevemos que este crecimiento no pare, sino todo lo contrario, en especial dentro del servicio de masaje para empresas, tanto en eventos como en oficinas, en el sentido de proporcionar motivación para los empleados y en la prevención de bajas por dolores musculares o ansiedad. De hecho ya tenemos acuerdos con empresas como Chequemotiva, Saturn Media Markt o Fnac”, explica Marina Assir. Y es que la oferta de servicios de la enseña cubre tanto las necesidades de salud como del cuidado personal, y como franquicia ofrece un negocio consolidado. Tanto es así que sus responsables estiman la facturación media de un establecimiento de la marca en 200.000 euros durante el primer año, mientras que el retorno de la inversión se realiza entre los 24 y los 36 primeros meses.

Para aquellos emprendedores interesados en unirse a Templo del Masaje, la inversión inicial ronda lose 20.070 euros (sin incluir la obra civil que precise el local), con un canon de entrada de 6.000 y un ‘royalty mensual’ de 500 euros. El contrato se establece por un periodo inicial de 10 años.

En cuanto al establecimiento necesario, a de hallarse a pie de calle y contar con un mínimo 50 m2, preferible en zonas de más de 100.000 habitantes con una renta per capita media, en barrios consolidados comercialmente y, a ser posible, en zonas comerciales y/o empresariales, con tránsito peatonal y facilidad de aparcamiento.