Nemomarlin, la red de Escuelas Infantiles, propone que las vacaciones también sean educativas

28 junio, 2010


Caperucita Roja, Blancanieves, Bambi o Garbancito van a pasar el verano con los cerca de 900 alumnos de entre 0 y 6 años con los que cuentan por toda España los centros de Nemomarlin, la franquicia de escuelas infantiles.

Y es que esta reconocida marca aprovechará estos meses para poner en marcha “Un verano de cuento”. Una iniciativa que persigue trabajar los objetivos de la Educación Infantil a través de una herramienta tan sugestiva y mágica como la de los cuentos populares. “Queremos que en verano los niños sigan aprendiendo de forma lúdica y divertida. Para ello hemos escogeremos un cuento semanal con el que les propondremos una serie de objetivos a cumplir, así como actividades individuales y grupales. Todo ello con una metodología, temporalización, recursos didácticos y evaluación de gran valía para ellos”, tal y como explica Héctor Díaz Reimóndez, Consejero Delegado de Nemomarlin.

Había una vez…
Una propuesta que vuelve a demostrar que los centros de Nemomarlin son expertos en el trabajo de enseñar. “Lo que pretendemos es estimular el lenguaje verbal y aumentar el vocabulario, utilizando la lengua como instrumento de aprendizaje, de representación, de comunicación y de disfrute. Todo esto se consigue escenificando o contando un cuento. Con los personajes de estas fábulas los niños aprender a identificar imágenes según sus edades y posibilidades. También ejercitan la coordinación psico motriz, distinguen diferentes conceptos (colores, formas...), logran reconocer y explorar su propio cuerpo y también aprenden a aplicar progresivamente habilidades sociales”, añade Héctor Díaz Reimóndez.

Es más, este “verano de cuento” de Nemomarlin sirve para desarrollar valores que son decisivos a estas edades: la participación activa del niñ@ y el fomento de la lectura de cuentos. También para desarrollar y potenciar la creatividad e imaginación o adquirir progresivamente hábitos relacionados con la higiene o el trato de los animales. “La metodología educativa será activa y basada en el juego y la experimentación, todo ello en un ambiente lleno de cariño y motivación, donde se de paso a la comunicación e interrelación entre los niños y niñas”, añade el directivo.

Así las cosas, y por poner un ejemplo, el día que se elija el cuento de Garbancito las escuelas Nemomarlin pondrán la canción de este personaje y los niños bailarán libremente por la clase. “Se harán pequeñitos como él. El objetivo será que descubran la música y el baile como medio de comunicación, expresión de sentimiento y liberación de energía”. Un simple ejercicio con el que las cuidadoras y profesoras evaluarán a los niñ@s y podrán informar a los padres de cómo es su hij@. “Se tendrá en cuenta fundamentalmente el criterio de observación del comportamiento y actitudes de éstos, no solo en momentos puntuales. Así se evaluará el desarrollo en el plano físico-motor, emocional-afectivo, social y cognitivo o se valorará el desarrollo alcanzado por el niño y se identificaran los aprendizajes adquiridos”, finaliza Héctor Díaz Reimóndez, Consejero Delegado de Nemomarlin.