Nueva boutique del helado de la red de franquicias Amorino en Zaragoza
Amorino, franquicia internacional de heladerías artesanales italianas, acaba de inaugurar una nueva boutique de la mano de Víctor Manuel García, nuevo embajador de Amorino en España. La nueva boutique está ubicada en pleno centro de la capital maña y ya dispone de toda la línea de helados y chocolates, incluyendo la “focaccina calda”, un crujiente brioche con helado en su interior, y los cremosos cafés italianos.
Víctor Manuel García se ha convertido en el primer franquiciado de Amorino en España. Con una dilatada experiencia en gestión empresarial, esta zaragozano de 46 años se encargará personalmente de la gerencia de la nueva tienda junto con otras 7 dependientas que lo ayudarán en el quehacer diario. La nueva boutique estará abierta de 10 de la mañana a 12 de la noche.
La primera boutique de Amorino se inauguró en 2002 en la isla de San Luis, París, por los maestros heladeros italianos Cristiano y Paolo. El concepto de estas heladerías lo crearon con el fin de hacer descubrir los sabores de los auténticos helados artesanales italianos. La idea tuvo tanto éxito, que a los pocos meses abrieron nuevas boutiques, eso sí, guardando el mismo espíritu y la misma calidad. A día de hoy, Amorino es una enseña con presencia internacional que cerrará el año con más de treinta boutiques repartidas en países como Francia, Alemania, Bélgica, España y China.
Lo que diferencia a Amorino del resto de heladerías del sector es su filosofía de respeto absoluto a la tradición italiana de elaboración del helado artesano y el especial cuidado que presta en la selección de las materias primas. En este sentido, la leche es siempre fresca, los huevos son bio, y las frutas de temporada son especialmente escogidas de las mejores producciones del mundo, como, por ejemplo, el mango de la India, el pistacho de Bronte (Sicilia) o las avellanas de Langhe (Italia).
Un negocio de éxito
Amorino está buscando socios interesados en compartir el saber hacer del líder de la heladería - chocolatería artesanal italiana. Mediante la franquicia la enseña quiere implantarse en las principales ciudades y capitales de provincia de España. Los establecimientos, de entre 30 y 50 m2 , deberán contar con un mínimo de 4 metros de fachada, un pequeño almacén y situarse en calles de primer orden o bien en centros comerciales. Los futuros franquiciados de Amorino tendrán que implicarse sólo en la gestión y control diario de la actividad dado que todo el producto llega preparado para servir. Con una inversión inicial a partir de 200.000 euros (mobiliario, maquinaria, obra civil y canon incluidos) y ningún royalty sobre el volumen de facturación, Amorino brinda a todos sus candidatos la oportunidad de convertirse en expertos artesanos y sentirse orgullosos del negocio que regentan.