Animal Party, franquicias de peluches, llega al Corte Inglés de Callao
Animal Party, franquicia dedicada a la confección de peluches personalizados, ha inaugurado un corner en el Corte Inglés de Callao. A partir de ahora, la planta de juguetes del centro contará con un espacio propio de Animal Party, donde grandes y pequeños podrán dar vida a sus nuevos peluches.
Animal Party ha llegado a España respaldado por el éxito cosechado en Estados Unidos donde cuenta con 10 años de experiencia y más de 1.000 puntos de venta. Es un concepto innovador que está revolucionando el sector del juguete y del regalo mediante un método propio de creación de peluches en el que es el propio cliente quien fabrica y personaliza su mascota.
Primero se elige la “piel” del peluche entre más de 20 modelos de pieles de animales que destacan por su calidad y suavidad. Disponen desde los tradicionales ositos y perritos a divertidos koalas, pasando por una amplia gama de gatos, tigres, leones, vacas, etc. A continuación, se pasa a rellenarlo con una maquina que tiene un funcionamiento muy sencillo y que los propios niños pueden utilizar. Tras rellenarlo, el cliente coge una estrella (el alma), le da un beso pensando un deseo y se introduce en el peluche. Después se cierra con una cremallera patentada para que no se pueda volver a abrir, de tal forma que el producto es apto para niños a partir de tres años. También existe la posibilidad de incluir un sonido dentro del peluche que puede ser un sonido de animal o un mensaje personalizado grabado por el propio cliente. Una vez finalizado el proceso, se pueden personalizar, a su vez, con más de 40 vestidos y complementos diferentes creando en cada ocasión un peluche único Por último se rellena la partida de nacimiento del peluche y se coloca en una cuna con asa para que el cliente se lleve su nueva mascota a casa.
De esta forma, Animal Party se presenta al público como una actividad de ocio que destaca por ser una experiencia única en la que la emotividad y personalización juegan un papel muy importante. El cliente no se limita únicamente a comprar un peluche, sino que participa activamente en su proceso de fabricación aportándole unos valores adicionales de ternura y cariño que lo convierten en un regalo excepcional.