Jani-King: Diálogo y no división

26 enero, 2009

"El pasado día 6 de Noviembre de 2008 D. Eduardo A. Tormo, Director General de Tormo & Asociados, publicó un artículo en relación con la Asociación Española de Defensa y Desarrollo del Franquiciado (AEDEF), así como sobre la necesidad de un cambio.

Comparto y suscribo en su integridad cuanto el Sr. Tormo indicó en dicho artículo y considero que en beneficio de la industria de la franquicia y, por tanto, también del franquiciador y franquiciado, los franquiciadores deberíamos compartir las experiencias que hemos tenido con la AEDEF.

En mi opinión, el sector de la franquicia tiene que hacer frente en la actualidad a dos retos importantes: promocionar la franquicia como un modelo de negocio preferente y no como una opción subsidiaria, y gestionar las tensiones naturales que surgen en toda relación entre franquiciado y franquiciador.

El modelo de franquicia ofrece a muchas personas la oportunidad de gestionar su propio negocio en un régimen de colaboración con una marca que proporciona el marco de trabajo y el soporte necesarios para el éxito. Representa por tanto una oportunidad para aquellas personas que no han tenido la posibilidad o el deseo de desarrollar la carrera empresarial por sí mismas.

Por ello, el mundo de la franquicia debe continuar esforzándose en promocionar los beneficios y oportunidades que ofrece dicho modelo de negocio a todas aquellas personas competentes que desean una oportunidad para gestionar su propio negocio. Colectivamente, el sector está haciendo un pobre trabajo en la promoción de los beneficios reales que puede ofrecer tanto a jóvenes emprendedores, como a talentos ya consolidados.

La promoción de los aspectos positivos del negocio de franquicia debería ser una labor de todos los franquiciadores y, en particular, de las asociaciones que operan en el sector. Debemos esforzarnos en la salvaguarda de la reputación de la franquicia. Es fundamental que todas aquellas asociaciones que, en el mundo de la franquicia, dicen representar y velar por los intereses de los franquiciados que las integran, nunca pierdan de vista el hecho de que tenemos que promover una imagen positiva del modelo de franquicia en beneficio del sector.

Cualquier asociación implicada en el sector de la franquicia debería asimismo centrarse en la promoción del diálogo a todos los niveles y, especialmente, en la resolución de los conflictos que puedan existir como consecuencia de las tensiones naturales que surgen en las relaciones entre franquiciador y franquiciado. Si el principal objetivo, por no decir el único, de las asociaciones consiste en “asesorar” a potenciales franquiciados y/o a franquiciados ya existentes en el sentido de animarles a emprender acciones legales contra los franquiciadores que gestionan sus negocios con integridad, entonces están haciendo un flaco favor para la propia existencia del sector de la franquicia.

De hecho, en la mayoría de los casos el mayor perjuicio lo sufren los potenciales franquiciados y/o franquiciados ya existentes, dado que se ven inmersos en costosos y nada productivos procesos legales. En casi todos los litigios, los Tribunales dictaminan a favor de los franquiciadores cuando a los franquiciados se les dispensa un asesoramiento pobre y arbitrario.

Por tanto, no necesitamos que la AEDEF actúe hipócritamente detrás de la falsa fachada de la promoción y defensa de los intereses de los franquiciados, cuando en realidad sólo incita a que los franquiciados interpongan acciones legales, lo que es sumamente perjudicial tanto para los franquiciadores y franquiciados, como para la ya maltrecha reputación de la industria de la franquicia. Es un claro conflicto de intereses: o bien la AEDEF se declara como una asociación y actúa como tal y en consecuencia, o bien como un despacho de abogados para el asesoramiento en conflictos colectivos, pero no es posible llevar a cabo ambas funciones.

Reitero que la mejor vía y más productiva para la resolución de los conflictos es a través del diálogo. El valor de una asociación debe radicar en el aliento y promoción del diálogo como vía para la resolución de los conflictos y desacuerdos que, como es natural, existen entre franquiciado y franquiciador. En Jani-King, a través de nuestra asociación de franquiciados, tratamos de discutir y resolver los problemas, cuando ello es posible, por medio del diálogo.

Da la sensación de que el sector de la franquicia goza de mala salud dada la elevada litigiosidad existente. Por ello, todos deberíamos trabajar conjuntamente para, a través del diálogo, mejorar los procesos y la experiencia en el negocio de franquicia.

La colaboración entre franquiciador y franquiciado es un aspecto fundamental para el éxito de cualquier franquicia. En nuestra opinión, las acciones que ha llevado a cabo la AEDEF para con Jani-King –al pretender concesiones imposibles para los franquiciados a quienes representan- han supuesto un claro intento para hacer nuestro negocio inoperable. Dichas actuaciones dañan la marca y, por tanto, dan lugar a procesos judiciales, de modo que al final los únicos interesados y beneficiados sean los abogados. En todos los procesos judiciales en que Jani-King ha estado involucrado hasta el día de la fecha se han dictado resoluciones que nos han favorecido. Sin embargo, y a pesar de lo anterior, parece que la AEDEF continúa alentando a los franquiciados para que interpongan acciones judiciales que, hoy por hoy, podemos decir que les son claramente perjudiciales.

No necesitamos que la AEDEF asesore a aquellos franquiciados que están en el proceso de firma del acuerdo de franquicia para que requieran a los franquiciadores la entrega de información y/o documentación que ni las legislaciones europeas ni las españolas exigen, y por tanto, perpetuando el mito de que todos los franquiciadores están intentando engañar a sus socios franquiciados.

No necesitamos que la AEDEF promueva la idea de que la interposición colectiva de acciones judiciales por parte de los franquiciados contra los franquiciadores, diseñada para lograr la paralización de los negocios, es positiva para el sector.

No necesitamos que la AEDEF incite a los franquiciados a posicionarse en contra de los franquiciadores, por ejemplo rechazando trabajos conseguidos por el franquiciador y ofrecidos a los franquiciados, porque podría paralizar y dañar el modelo de negocio, dado que ello supondría una paralización de la fuente de ingresos para ambas partes y, por ende, un grave perjuicio para todas las partes implicadas.

Si la AEDEF no desea promocionar el diálogo en lugar de promover la interposición de acciones judiciales como medio para resolver las disputas, estimo que el sector de la franquicia en España no necesita a la AEDEF."



Enrique Pegenaute
Director General, Jani-King Spain