La Vinatería inaugura su primer local en Madrid

07 enero, 2009

La Vinatería, un nuevo concepto de negocio basado en el vino, ha inaugurado su primer establecimiento en Madrid, concretamente en la calle Capitán Haya. Con alrededor de 150 metros cuadrados de superficie, este nuevo concepto se asienta en el gusto por el vino de siempre, el de nuestros padres, el vino para todos. La enseña ha realizado una selección de más de 300 vinos escogidos para todos los públicos, con 20.000 botellas entre jóvenes y reservas, caros y asequibles al bolsillo, de bodegas pequeñas y grandes, de todas las regiones, tanto nacionales como internacionales. Todos elaborados con el cariño, la pasión y el esfuerzo de nuestros hombres del campo.

“La Vinatería considera que no hay un buen vino sin un buen plato, por lo que ponemos a disposición de todos los apasionados a esta noble bebida una carta adecuada a su filosofía, degustando los mejores ibéricos y conservas, pimientos rellenos de rabo de toro o croquetas de morcilla entre otras delicias asequibles al bolsillo y al paladar”, explica el director de expansión de la enseña, Álvaro Canelo.

Los establecimientos no necesitan salida de humos y las cocinas se convierten en centros de montaje y presentación de platos, gracias a los acuerdos firmados con cocinas centrales y operadores logísticos, que simplifican las operaciones y la administración del negocio. Así mismo, el sistema de entrega y preparación permite controlar los costes de manera regular y simple. En este negocio las operaciones se simplifican evitando la dependencia de profesionales cualificados y los largos periodos de formación.

El creciente consumo de un vino de calidad y el enorme desarrollo de la cultura enológica posiciona a esta nueva enseña como un concepto ligado directamente a la evolución positiva del sector. El futuro de la hostelería, en función a los gustos y cambios de hábitos del consumidor, presenta una evolución que tiende a reducir el número de establecimientos y concentrando el consumo en los de nueva restauración, limpios, organizados, de precio adecuado y donde las marcas juegan un papel fundamental.

El franquiciado de esta compañía disfrutará con su negocio, con la admiración por el vino, con lo que conlleva y el efecto social que produce. “No se trata de un bar cualquiera, sino de una pasión que hay que transmitir a los clientes que visiten el establecimiento. El perfil que buscamos contempla desde amigos amantes del vino hasta inversores, aunque el ideal es el de un emprendedor que decide no depender de la situación financiera de la empresa en la que trabaja y que optar por desarrollar su propio negocio con el compromiso, obligaciones y libertad que conlleva liderarlo, el que decide que el mundo no acaba cuando abandona una empresa sino que empieza cuando montas su Vinatería” comenta Álvaro Canelo.