Trimage garantiza al franquiciado la amortización de la inversión el primer año

03 septiembre, 2008

Trimage, franquicia líder mundial en la realización de esculturas personalizadas a partir de una fotografía, garantiza a todo franquiciado que entre a formar parte de su red la amortización, en el primer año, del capital invertido. Este negocio esta inspirado en una línea empresarial estadounidense que reduce los costes, partiendo de poder trabajar en casa, con lo que no se precisa de establecimiento comercial. Se precisan, eso sí, zonas con una influencia que supere los 100.000 habitantes para rentabilizar el negocio.

La inversión es de 11.990 euros, con un ‘royalty’ mensual (a partir del sexto mes) de 100 euros. Esto incluye material inicial y los elementos publicitarios y promocionales. “Trimage ofrece al empezar todo lo necesario para realizar al menos 600 esculturas. La facturación media mensual de un franquiciado oscila así entre los 3.000 y los 4.000 euros, por lo que la facturación anual puede alcanzar perfectamente los 41.000 euros. De este modo, la amortización de capital se realiza en el primer año”, explica José María Neira, director general de la enseña.

La concesión Trimage propone un plan de negocio que puede ofrecer una seguridad económica. Empezando a tiempo parcial desde casa, ofreciendo las esculturas a través de tiendas de revelado fotográfico y visitándolas un par de días a la semana para la recogida y entrega, “es fácil desarrollar el negocio hasta convertirlo en una actividad a dedicación plena. Buscamos desde personas con ingresos fijos que quieran buscar una actividad paralela muy rentable y que les permite compatibilizar con su trabajo hasta prejubilados que quieren garantizarse ingresos extras”, explica el director general de la enseña, quien asegura que el negocio se puede iniciar des-

de casa, sin necesidad de tener un local comercial, con lo cual el franquiciado puede ser una persona que le dedique toda la jornada, o bien puede aprovechar los ratos libres y los fines de semana.

Trimage está pensado para trabajar cómodamente. El franquiciado deja muestras del producto en tiendas de fotografía de su zona exclusiva y asiste a eventos para fotografiar a los protagonistas. “Las fotos se convierten en una escultura en metacrilato que se entrega al cliente que solicitó el servicio entre 7 y 10 días después. Es, entre la fotografía y la escultura que permite guardar para siempre esos momentos o acontecimientos que uno no quiere olvidar. Este proceso se puede realizar para cualquier tamaño y material impreso; desde un llavero o imán hasta esculturas de tres metros” comenta José María Neira.

El resultado final se presenta sobre una preciosa base que hará de soporte del conjunto de forma vertical. Por tanto, no será necesaria la utilización de métodos convencionales de enmarcado de fotografías para su presentación. Además con diferentes modificaciones en el acabado, se pueden realizar llaveros, ‘pins’, imanes para frigoríficos, adornos de Navidad, soportes para libros, posa-vasos, trofeos, tarjeteros, relojes de pared, servilleteros, pendientes, colgantes...