¿Qué actividad profesional desempeñabas antes y porque apostaste por Abanolia a la hora de decidirte por una franquicia de estética y belleza?

Antes de dedicarme al mundo de la estética, trabajaba en el sector del autómovil para Ford España en la venta de autómoviles y aposté por Abanolia cuando decidí abrir una franquicia de estética por su elegancia y por su imagen de marca.

¿Qué marca la diferencia entre Abanolia estética y bienestar y la competencia?
La elegancia de sus centros, el servicio con la más alta tecnología en aparatos y la atención exclusiva y personalizada de sus profesionales.

¿Qué opinas de la atención que recibe el franquiciado por parte de la central?

Muy buena, te ofrecen todo tipo de coberturas y soporte a nivel técnico y de formación, preparando continuamente a nuestro personal para ofrecer la más alta calidad en nuestros servicios y lo desarrollan con rapidez y eficacia. Son conscientes de la época de crisis que vivimos por lo que están continuamente realizando investigaciones de mercado para introducir nuevos tratamientos pensando continuamente en la rentabilidad de los franquiciados.

¿Qué consejo darías a aquellos interesados en una franquicia Abanolia?

Que estamos en plena expansión y crecimiento en nuestro negocio y que la marca Abanolia es garantía de elegancia, innovación, calidad en el servicio y soporte a los franquiciados.

¿Con qué objetivos abordan los próximos meses?

Afrontamos el futuro con la mayor de las ilusiones y con la garantía de saber que tenemos los mejores tratamientos y los mejores productos del mercado con el objetivo de consolidarnos como marca líder del sector de la estética.