Cómo aromatizar un comercio

Se cree que los recuerdos están vinculados a las emociones. Un evento que te provoca felicidad o miedo es más probable que permanezca en tu memoria que un evento que no tiene un impacto emocional.

“Nuestro sentido del olfato es 10,000 veces más sensible que cualquier otro de nuestros sentidos y el reconocimiento del olor es inmediato. Otros sentidos similares, como el tacto y el gusto deben viajar por el cuerpo a través de las neuronas y la espina dorsal antes de llegar al cerebro, mientras que la respuesta olfatoria es inmediata y se extiende directamente al cerebro. “Este es el único lugar donde nuestro sistema nervioso central está directamente expuesto al ambiente.” (Von Have, Serene Aromatherapy)

Además de la explicación neurológica anterior, nuestro cerebro percibe con mayor rapidez un aroma que un impacto musical o visual al entrar a un establecimiento, ya que es algo a lo que todavía no esta acostumbrado y le obliga a ponerse en alerta. Estamos saturados de imágenes y es difícil que estas nos cautiven cuando entramos a un comercio. Además no hay que olvidar, que el sentido del olfato sirve a nuestro cerebro para poner en alerta inmediata de los peligros que nos acechan, por ello un aroma no pasa inadvertido nunca.

Sabemos de la importancia de controlar el aroma que hay en nuestro establecimiento, pero ¿cómo lo hacemos? ¿cómo decidimos el aroma adecuado? ¿qué cantidad es la adecuada?.

Los aromas tienen la facultad evocar recuerdos, reconocemos olores determinados porque los asociamos a algo que hemos vivido con anterioridad o que hemos conocido. Por ello, debemos tener cuidado en la elección del aroma que va a hacer que nos recuerden. Es muy importante que el impacto emocional que generemos sea positivo ya que al ser una herramienta tan efectiva, hacerlo mal podría tener consecuencias muy negativas para nuestro negocio.

Es cierto que un aroma que para alguien sugiere un recuerdo feliz, puede que a otra persona le suponga un mal recuerdo. No podemos llegar a todo el mundo de la misma forma y por ello hemos de ser precavidos, debemos generar un impacto suficiente pero nunca excesivo ya que no queremos excluir a nadie que asocie el aroma a algo malo.

Dependiendo del sexo, edad, lugar de residencia, estilo de vida, profesión, etc., tendremos recuerdos diferentes y por tanto ciertas líneas de aroma causaran emociones distintas. Para no errar en este aspecto es imprescindible conocer el publico objetivo que visita el establecimiento, la estrategia de segmentación de la marca nos dará las pautas para acertar en nuestra elección.

La cantidad adecuada va a depender de analizar muy bien el local en cuestión, hay que elegir un medio de difusión que se distribuya uniformemente por todo el espacio y a lo largo del tiempo, no sirve de nada un sistema que nada más ponerlo sea muy efectivo, pero que con el paso de los días vaya perdiendo efectividad. A la hora de buscar esa uniformidad debemos analizar las corrientes de aire del establecimiento, el efecto de los aires acondicionados, el recorrido que siguen los clientes en la tienda, etc. Una vez pasados 40 segundos de exposición al aroma dejamos de percibirlo, pero eso no implica que este deba desaparecer, hay que mantener la uniformidad en todo momento.

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