Aromas que ayudan a recuperar la memoria

Fernando Castillo, Director de Ambiseint, en muchas ocasiones nos ha hablado del efecto que los aromas causan en los personas, y de cómo utilizarlos correctamente para generar buenas sensaciones en nuestros clientes y provocar más compras, más fidelidad a la marca y más clientes. Esta técnica de utilización del olfato se basa en la afirmación de que este sentido esta asociado directamente a nuestro cerebro y por tanto el reconocimiento de un olor es inmediato, aspecto que no ocurre con las percepciones del resto de nuestros sentidos..

Basándose en que los olores son almacenados en la memoria a largo plazo de las personas y que pueden perdurar ahí toda una vida, la empresa del sector de la belleza CEW (Cosmetic Executive Women), empresa que tiene por misión mostrar al mundo como los productos de belleza pueden usarse para mejorar la vida de las personas, en 1996 abrió uno de sus centros en un hospital de Francia donde los pacientes sufrían demencia o amnesia ocasionada por traumatismos producidos por accidentes. Estos pacientes en muchos casos no recuerdan ni su propio nombre.

Con la ayuda de una empresa de creación de aromas, enfrascaron cientos de olores de los más evocadores y reconocidos para el común de los humanos: hierba, chocolate, lluvia, mar, etc. Para identificar aquellos más afines a cada paciente, hablaron con los familiares, investigaron la procedencia de los pacientes e intentaron utilizar fragancias que el enfermo tuviese asociada a su infancia, a sus aficiones, pasiones, etc. el objetivo era ayudar a los pacientes en la recuperación de sus recuerdos.

Al exponer a los pacientes a olores de su infancia, estos desarrollaron grandes mejoras en su enfermedad, recuperando en algunos caso el habla o la actividad motora que habían perdido. El trabajo realizado por la empresa CEW, sirvió para demostrar que la mayoría de los cosas que nos gustan y nos hacen ser quien somos proceden de nuestra etapa infantil y evocando a los recuerdos de esta etapa podemos encontrarnos a nosotros mismos.

Existen numeroso estudios recientes que muestran una estrecha relación entre el sentido del olfato y  los síntomas del Alzheimer.

El olfato es nuestro sentido más poderoso y es por ello que hay que cuidar mucho  lo que se comunica a través de los aromas. Aunque apenas somos conscientes de su alcance, somos capaces de almacenar olores de cuando ni siquiera habíamos nacido.

 

 

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