Lysmon: un mundo de emociones y sensaciones.

 

La mayor parte de las conductas se aprenden, sobre todo de los padres, de los profesores y de las personas que rodean al niño. Para conseguir que el niño aprenda a manejar adecuadamente sus emociones es necesario que los padres y profesores cuenten con la suficiente información como para poder regular y controlar sus estados emocionales y facilitar que los niños los aprendan y desarrollen.

Las emociones o sentimientos son parte de nuestra vida y nos proporcionan la energía para resolver un problema o realizar una actividad nueva. En definitiva, actúan como resortes que nos impulsan a actuar para conseguir nuestros deseos y satisfacer nuestras necesidades. 

Se catalogan como emociones básicas miedo, sorpresa, aversión, ira, alegría, tristeza clasificándose en positivas y negativas en función de su contribución al bienestar o al malestar. Todas ellas cumplen funciones importantes para la supervivencia.

Podemos desarrollar la educación emocional en los niños con algunos aspectos que resultan de vital importancia en el aprendizaje: 

Los niños se irán formando a medida que los adultos les enseñen y practiquen con ellos. Dichas habilidades se pueden aprender aprovechando cada momento cotidiano. Enseñar a controlar las emociones es diferente a reprimirlas. Es importante que el niño aprenda a expresarlas de acuerdo con el momento, la situación y las personas presentes. No podemos evitar las emociones, sin embargo sí podemos aprender a gestionarlas de una forma eficiente. Todas las emociones son necesarias. No existen emociones buenas y malas. 

Desde Lysmon creemos que las emociones nos ponen en movimiento, nos ayudan a  tomar conciencia, es muy importante fomentarlo en esta etapa, por ello trabajamos con los niños acentuando a través de nuestro  método educativo, el aprendizaje del niño basada en estos principios claves.

En Lysmon sabemos que es una experiencia única, por ello te invitamos a conocerla.

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