Flotexperience: Haloterapia, cuevas de sal para tus pulmones

Novedosa, cómoda, económica y efectiva, la haloterapia aterriza en España y se presenta como una alternativa natural para ayudar a cuidar la salud de los pulmones, la piel, mejorar la capacidad física y favorecer la relajación y regeneración del organismo.

Las enfermedades respiratorias causan el 10% de las muertes en España. Los expertos indican que muchas de ellas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), se podrían prevenir, y otras, como el asma, mejorarían siguiendo un estilo de vida sano. Una alimentación correcta, practicar ejercicio con regularidad o evitar ambientes contaminados son algunas de las pautas que deberíamos seguir para cuidar la salud de nuestro aparato respiratorio. En cuanto a los tratamientos naturales y complementarios a la medicina convencional, la haloterapia se presenta como una opción válida y novedosa. Se trata de una técnica que llegó a España hace pocos años y que muchos estudios médicos han mostrado que contribuye al buen funcionamiento del aparato respiratorio y de la salud en general.

De la espeleoterapia a la haloterapia

A mediados del siglo xix, diversos médicos polacos se dieron cuenta de que los trabajadores de las minas de sal tenían menos problemas respiratorios que el resto de la población. En 1843, el médico polaco Feliks Boczkowski fue el primero en afirmar que respirar aire saturado de partículas de sal tenía un efecto saludable en las personas achacadas por problemas respiratorios y pulmonares. Así fue como nació la espeleoterapia, una terapia natural que durante más de un siglo se ha llevado a cabo en cuevas y minas de sal de los países de Europa Central. A lo largo de este tiempo, muchas cuevas y minas de sal se han adaptado para ser empleadas como lugares donde poder tratar a personas con enfermedades como bronquitis, asma, fibrosis quística, tuberculosis y otros problemas respiratorios. A principios de la década de 1990 empezó la expansión de la espeleoterapia a otros países, pero la limitada presencia de minas y cuevas de sal donde poder llevarla a cabo en estas nuevas regiones, así como la búsqueda de opciones más económicas y prácticas, llevó a algunos terapeutas a explorar las posibilidades de recrear el microclima de estos espacios fuera de las cuevas. De esta forma nació la haloterapia, que en pocos años se ha extendido por Europa y Norteamérica; hoy, cada día son más los centros terapéuticos que la ofrecen.

Las múltiples propiedades de la sal

La sal común es un elemento con conocidas propiedades antisépticas que se utiliza desde hace milenios para evitar el crecimiento microbiano.
El cloro y el sodio que la forman influyen sobre el equilibrio ácido base del organismo, sobre la osmolaridad de las células, regulando la entrada y salida de agua y la activación de algunas funciones celulares. En forma de aerosol, los minerales que componen la sal pueden ionizarse negativamente y mejorar la calidad del aire. En cuanto a sus propiedades químicas, la sal que se utiliza en haloterapia, además de cloruro sódico contiene otros elementos saludables como:
✦ Yodo: esencial para el correcto funcionamiento de la tiroides.
✦ Calcio: refuerza los huesos, ayuda al correcto funcionamiento del sistema endocrino, inmunitario, etc.
✦ Magnesio: influye en el sistema cardiovascular y en el metabolismo energético.
✦ Potasio: contribuye al equilibrio hídrico entre el interior y el exterior de las células y ayuda a cuidar la salud de la piel.
✦ Selenio: es antioxidante y protege de la acción de los radicales libres retrasando los procesos de envejecimiento.

Beneficios de la terapia
Una sesión de haloterapia supone una serie de mejoras físicas entre las que destacan:
✢ Los pulmones se notan más descongestionados y liberados, aumenta la resistencia frente a virus y bacterias que podrían provocar infecciones como gripes y resfriados.
✢ Se eliminan partículas, residuos y sustancias alergénicas, por lo que mejora mucho
la calidad de vida de las personas con asma.
✢ Las vías respiratorias quedan descongestionadas del exceso de mucosidad,
logrando un mejor funcionamiento de los pulmones y una desinflamación de sus tejidos.

Por qué funciona
Las bondades de la haloterapia se deben a que la sal actúa en los bronquios como un limpiador y un antiinflamatorio gracias a las cuatro acciones que se producen sinérgicamente.
1. Los minerales de la sal hacen que las células inmunitarias produzcan mayores cantidades de anticuerpos a nivel bronquial, y estas moléculas se encargan de detectar e identificar virus y bacterias, uniéndose a ellos para que puedan ser reconocidos y eliminados.
2. La sal estimula la llegada a los bronquios de un mayor número de macrófagos, células que actúan fagocitando partículas, virus, bacterias y otros elementos extraños para el organismo, comportándose como recogedores de basura que ayudan a mantener los bronquios limpios de agentes extraños.
3. Una mayor cantidad de sal a nivel bronquial favorece la biocenosis de la zona, es decir, el tipo de flora bacteriana que puede vivir en los bronquios, entorpeciendo la reproducción de bacterias patógenas.
4. La mayor salinidad a nivel respiratorio estimula las células de la mucosa respiratoria y activa la movilidad de sus cilios, estructuras alargadas, parecidas a dedos microscópicos, que recubren la superficie de estas células y que se mueven para barrer los residuos, partículas y mucosidad hacia el exterior, contribuyendo a mantener las vías respiratorias limpias.

Efectos cosméticos
La haloterapia también tiene efectos positivos sobre la piel, pues las partículas de sal en forma de aerosol penetran en la dermis y actúan sobre ésta estimulando los canales de iones de las células epiteliales y facilitando la actividad electrofisiológica normal de la piel. Esta acción revitaliza las células y hace que puedan hidratarse y nutrirse con más facilidad. Paralelamente, la sal en aerosol actúa reequilibrando la flora bacteriana e impidiendo que crezca en exceso. Gracias a estas dos acciones, la piel se desinflama y afecciones como eccemas, psoriasis o acné, experimentan una mejoría y la dermis
adquiere un aspecto revitalizado y más sano.

Mejora tu rendimiento físico
Por su parte, en la práctica deportiva, sobre todo si es de resistencia, la haloterapia  también puede ser una buena ayuda. Tener una buena oxigenación es esencial, ya que de este modo los músculos trabajan mejor y pueden desarrollar más potencia durante más tiempo, retrasando la aparición de la sensación de fatiga. Además, cuanto mejor es la oxigenación de los tejidos, menor cantidad de ácido láctico se produce tras el esfuerzo, lo que supone que haya menos dolor muscular, una disminución del tiempo de recuperación y que se produzcan menos calambres. Si tenemos en cuenta que la haloterapia despeja las vías respiratorias favoreciendo la respiración y la oxigenación de los tejidos, tendremos una explicación de por qué es un buen recurso para aquellos deportistas que quieran mejorar su rendimiento físico.

Cómo es una sesión
No es necesario tomar nada, ni desvestirse, ni prepararse de ningún modo especial. La haloterapia se lleva a cabo en estancias revestidas completamente por bloques de sal, tanto en paredes como en techo y suelo. Son salas relativamente grandes, donde las sesiones se realizan en grupo, por lo que se puede acudir con amigos, en familia o, incluso, con niños. Las cámaras están equipadas con hamacas, sillones y muebles que
permiten la acomodación de quienes las usan.

Durante la sesión se emite música tranquilizante y la iluminación se suaviza para favorecer aún más la relajación y aprovechar la experiencia para lograr un estado de máxima recuperación física. La atmósfera se enriquece con partículas de sal gracias a generadores salinos que las difunden, recreando el microclima de las minas de sal natural, al tiempo que controlan los niveles de partículas en suspensión. Las sesiones duran 1 hora y es aconsejable realizar al menos 10 para lograr resultados óptimos, aunque los beneficios se experimentan desde la primera sesión.